El estrés es la reacción del cuerpo ante cualquier situación que se perciba como un peligro.
No son los acontecimientos o las circunstancias en sí mismos, sino la reacción del cuerpo ante éstos.
El estrés se registra en el cuerpo como una reacción ante el peligro conocida como la respuesta de «agresión, huida o inmovilidad», que es una respuesta innata y automática. Es la respuesta provoca un conjunto de reacciones fisiológicas en el cuerpo: aumenta la frecuencia cardiaca, la sangre se disiribuye hacia los músculos para aumentar la fuerza, se dilatan las pupilas y se detiene la digestión. El problema es que en el mundo moderno se abusa de la respuesta de «agresión, huida o inmovilidad», porque respondemos a muchas situaciones como si estuviera en peligro nuestra vida cuando no es así, nuestro sistema nervioso no tiene tiempo de recuperarse porque estamos activando esta respuesta con demasiada frecuencia. Cuando el estrés es crónico el cuerpo no puede enfrentarse a él y la sobrecarga de estrés puede conducir a una enfermedad relacionada con el estrés.
Afortunadamente a finales de la década de 1960 algunos investigadores de la Universidad de Harvard, como Herbert Benson, observaron la existencia de un mecanismo de compensación a la respuesta de «agresión, huida o inmovilidad ». Consistía en un conjunto de respuestas fisiológicas
coordinadas de forma similar. Benson lo denominó la «respuesta de relajación». Esta puede activarse simplemente sentándose en silencio y concentrando el cuerpo en la relajación a través de la meditación, la visualización, los movimientos lentos, el arte y la música, o relajando los músculos de forma intencionada y sistemática.
En primer lugar, es importante concentrarse en respirar profundamente, un ingrediente esencial en cualquier actividad de relajación. Respirar profunda y uniformemente es una de las maneras más rápidas y fáciles de aumentar la relajación y la conciencia, y liberar la tensión y el estrés. Sin embargo sólo la respiración abdominal (también denominada respiración diafragmática) ayuda a liberar el estrés más profundo.
También es importante ser consciente de cuáles son nuestros factores de estrés y notar la forma en que reacciona nuestro cuerpo. Es posible que al principio no nos demos cuenta de la cantidad de estrés que acumulamos, aunque el cuerpo registra el estrés antes de que seamos conscientes de él. La tensión en los músculos es una señal que produce el cuerpo cuando tenemos estrés.
PRESTAR ATENCIÓN
En el segundo ejercicio para tranquilizarse ayudamos a que los niños experimenten la atención plena como una forma de mejorar su capacidad para prestar atención al momento sin emitir juicios. Esta capacidad la tenemos todos y puede estimularse mediante la práctica e integrarse en la vida diaria.
La atención plena como herramienta de relajación nos hace prestar total atención a lo que estamos haciendo cuando lo estamos haciendo. La atención plena puede practicarse como una forma de meditación o emplearse como una manera de prestar total atención a nuestras actividades diarias, igual que dar un paseo o preparar la comida.
Los ejercicios de atención plena se realizan mientras permanecemos inmóviles; cuando la mente divague simplemente observamos hacia dónde se han dirigido los pensamientos y después devolvemos la atención a nuestra respiración, que nos sirve de anclaje. Resulta útil darle nombre a los pensamientos que vienen y van utilizando palabras sencillas, como «oír», «pensar» y «sentir». Este proceso nos ayuda a darnos cuenta de dónde está nuestra atención para que podamos llevarla
de nuevo a nuestra respiración.
El objetivo principal de la conciencia de la atención plena es fortalecer nuestra capacidad
para prestar atención. Cuando la mente divaga no emitimos ningún juicio, puesto que es algo natural. Simplemente volvemos a nuestra respiración como anclaje de nuestra experiencia. La conciencia se fortalece de la misma manera que se fortalecen otras habilidades: con la práctica.
Las investigaciones han demostrado que la práctica de la meditación de la atención plena y su integración en la vida diaria reduce el estrés, potencia el sistema inmunológico y es una estrategia eficaz de relajación.
Pero lo más importante es que la atención plena cultiva una sensación de serenidad, frena los pensamientos acelerados activados por los factores de estrés y nos proporciona la energía y las estrategias necesarias para enfrentarnos a los desafíos. Cuando aplicamos la atención plena nos entregamos totalmente a las experiencias, hacemos una cosa en cada momento, nos concentramos en
esa cosa, somos conscientes de ella y la interiorizamos completamente.
Esto vuelve a comunicarnos con el mundo que nos rodea y con nosotros mismos.
La atención plena puede permaneciendo inmóvil y también como un hábito de conciencia que aplicamos a la vida diaria normal.Es deciir, podemos abordar cualquier tarea diaria (como lavarnos los dientes, vestirnos y comer) con atención plena y concieneia.
En realidad es mejor que los niños comiencen a realizar tareas diarias con atención plena antes de empezar con los ejercicios, en los que es necesario permanecer inmóvil.
En realidad es mejor que los niños comiencen a realizar tareas diarias con atención plena antes de empezar con los ejercicios, en los que es necesario permanecer inmóvil.