viernes, 17 de marzo de 2017

Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad: Cómo ayudar a tu niño


Es muy frecuente en la infancia, ya que afecta el 3% y 6% de los niños. Se transmite en familias con un alto componente genético y factores medioambientales. Se ha encontrado alteraciones en la estructura, función y neurotransmisión cerebral en pacientes con TDAH. El tratamiento se basa en un abordaje con medicación y psicosocial (apoyo escolar y entrenamiento de padres sobre el TDAH y manejo conductual).

Las causas del  TDAH  son múltiples, ya que influyen diversos factores, sin  embargo actualmente se cuenta con el conocimiento de algunos de ellos;  cabe resaltar que ningún factor por sí solo explica el origen del trastorno.
Estos son algunos factores que pueden influir:

Factores genéticos

• Se ha encontrado que un tercio de personas con TDAH tienen un familiar  con el trastorno.

• Los hermanos de un niño con TDAH tienen un riesgo dos veces mayor de  padecer el trastorno que la población general.

  Un hermano puede manifestar predominantemente síntomas de  hiperactividad, mientras que otro puede manifestar sobretodo síntomas de  déficit de atención.

• Existe mayor presencia en hijos de padres alcohólicos y con personalidad  antisocial.

Factores neuroquímicos

• Algunos estudios muestran que ciertos neurotrasmisores (sustancias  químicas del cerebro que permiten la transmisión de la información de  una neurona a otra) son deficientes. En especial, han sido identificados dos  neurotrasmisores: dopamina y la norepinefrina.

Los neurotransmisores relacionados con el TDAH son la dopamina, serotonina, y norepinefrina o noradrenalina, los cuales participan llevando y trayendo información para las adecuadas respuestas cognitivas y el control de impulsos de la persona.

Cuando existen niveles elevados de Dopamina la persona puede estar concentrada y enfocarse para trabajar en una tarea

Cuando existen niveles bajos de Dopamina entonces hay distracción y dificulta completar una tarea, dificultad para pensar anticipadamente, impulsividad cognitiva (muchas ideas de golpe en la cabeza)

En el caso de la Serotonina, con niveles elevados mantiene buen estado del ánimo, puede mantenerse enfocado en una sola cosa, ayuda a conciliar el sueño

Cuando existen niveles bajos de Serotonina: irritabilidad, agresión hacia sí mismo u otros, impulsividad

Factores neurofisiológicos

 Comunicación entre neuronas con funcionamiento o desarrollo anormal, los  cuales se detectan a través de estudios de electroencefalografía y potenciales  evocados (registro de respuesta a estímulos).

Factores psicosociales

 Las vivencias que producen estrés psíquico, la pérdida del equilibrio familiar y otros factores inductores de ansiedad contribuyen a la aparición o a la  persistencia de TDAH.

• Otros factores psicosociales que pueden influir, son: Factores Familiares y  exigencias sociales.

 El nivel socioeconómico no parece ser un factor influyente.


Afecta la capacidad de:

* Regular su nivel de actividad, por lo que tienen hiperactividad.

* Inhibir o frenar sus ideas, pensamientos o comportamientos, por lo que tienen impulsividad

* Prestar atención a las acciones que realizan, por lo que sufren inatención.

* Tiene una gran dificultad para prestar atención y concentrarse, se diatrae fácilmente y es muy impulsivo.
         
Sus sintomas empiezan antes de los 7 años de edad y afecta al niño o adolescente al menos dos ambientes de su vida como en la casa, colegio o con los amigos.

A largo plazo si no se trata correctamentem produce una disminucion del rendimiento esclar, este dificulta su paso a cursos superiores, sipasan de curso no dominan la materia anterior y el niño se hace cada vez mas endeble, donde afecta el desarrollo social y emocional. Debido a problemas en las relaciones con los compañeros por su impulsividad, los niños con TDAH tienden a tener pocos amigos.

Los fracasos repetidos en el colegio, las discusiones con amigos y padres surgen sintomas depresivos donde desarrollan comportamientos negativistas, desafio de autoridad, problema de conductas mayores e incluso, abuso de alcohol y drogas.

Existen 3 tipos de TDAH:

·         TDAH tipo hiperactivo-impulsivo (el niño solo presenta hiperactividad e impulsividad), que es muy poco frecuente.
·         TDHA tipo inatento ( tiene inatención)
·         TDHA tipo combinado ( presenta tres síntomas; hiperactividad, impulsividad e inatención)

El niño es inatento cuando, por ejemplo: Al preparse por la mañana para el colegio, si mientras se viste ve un juguete que le atrae, se queda medio vestido y jugando. Hay que decirle muchas veces que se vista, quitarle el juguete, acabar de vestirle y llevarle a desayunar, para encontrarle jugueteando con otra cosa y sin desayunar.

Los niños con impulsividad tienen dificultades para inhibir o modular sus respuestas o reacciones inmediatas ante las situaciones. Por eso, en clase responden sin pensar, a veces incluso antes de que el profesor haya terminado de formular la pregunta sin pensar realmente lo que se está preguntando. Hacen comentarios inapropiados sin pensar en la reacción de la otra persona.

 

Su impulsividad hace que les resulte muy difícil esperar su turno para hacer algo, por ejemplo en juegos y, por ellos, no son aceptados por los compañeros.
Sufren más accidentes (como golpes, caídas, fracturas)





El adulto que continúa con TDAH continua con sensación interna de inquietud, poca planificación y organización, poca memoria, malestar emocional, frustración y mal carácter, con enfados frecuentes. Les resulta difícil acabar las tareas de cada día. A nivel familias tienen más problemas (discusiones, separaciones, divorcios, varios matrimonios), mayor índice de accidentes de tráfico y comportamientos que rompen las reglas (multas por exceso de velocidad). Suele haber problemas psiquiátricos asociados, como depresión.
  


Tienen frecuentemente problemas graves de conducta, comportamientos antisociales (mentir, robar, faltar a clase, engañar a otros) Abuso de alcohol y drogas.











Técnicas de modificación de conducta
Un niño con TDAH puede ser un torbellino   de   conducta desordenadas e inapropiadas y a  menudo,  los  métodos  que funcionan  con  otros  niños  no  tienen resultado en él. Ante esta situación, la única manera de lograr que el niño se comporte es poner en práctica una serie de técnicas para modificar su conducta.

Antes  de  empezar,  los  padres  deben proponerse aplicarlas con constancia. Las técnicas  de  modificación  de  conducta producen  un  efecto  rebote.  Cuando  se comienza a aplicarlas se aprecia una mejoría que disminuye rápidamente; en ese momento los padres suelen abandonar las técnicas pensando que no han dado resultado. Por lo tanto, hay que ser pacientes y tener muy claro que todos los niños tienen altibajos.


Refuerzo positivo

Este tipo de técnicas requieren que los padres presten atención a las conductas adecuadas que normalmente pasan desapercibidas. Por ejemplo,  felicite al niño inmediatamente después de que haya hecho algo bueno, como hablar sin gritar o pedirle el juguete a su hermana en lugar de quitárselo.

Hágalo a menudo, no responda solamente ante sus malas conductas . De lo contrario, el niño se seguirá portando mal, ya que percibirá que es la única forma de llamar la atención de sus padres.

Las  técnicas  de  refuerzo  positivo  están basadas en los siguientes puntos:

  La alabanza y los premios , que deben incluir  un  tono  de  voz  agradable  y  una alabanza sincera. A su vez, los halagos no deben  ser  siempre  iguales.  Si  lo  son, perderán su efecto reforzador.

• Procure prestar una  atención positiva  a su  hijo.  Hágale  sabe  que  usted  está interesado y comprometido en ayudarlo cuando sea necesario, préstele atención, escúchele cuidadosa y atentamente.

• Mantenga contacto físico con él: Siéntese cerca o póngale sobre sus rodillas, dele abrazos y besos o una palmadita cariñosa, hágale cosquillas...

• Identifique cuáles son las recompensas y privilegios  apropiados para el niño y no dude en otorgarlos inmediatamente después de observar una conducta adecuada (nunca antes).  Debe  intentar  que  estas recompensas no sean siempre las mismas y pactar con él en qué situaciones se le retirará (en este sentido, no amenace, actúe).  Finalmente,  recuerde  que  este sistema funciona con lentitud, por lo que debe ser perseverante.



Disminuir los comportamientos inadecuados

Con respecto a estas técnicas, deben ponerse en práctica inmediatamente después de la conducta negativa que se quiera corregir. Sin embargo,  ninguna  debe  prolongarse  en exceso,  ya  que  generará  en  el  niño sentimientos de rencor y frustración.

  No le preste atención. Cuando el niño se porte  mal  o  tenga  conductas  agresivas sobre sí mismo o sobre los demás, retírele toda su atención. El niño soporta mal que le  ignoren  y  verá  que  su  conducta  no funciona.

   Aislamiento  o  técnica  del  “tiempo fuera”. Inmediatamente después de que su hijo haya mantenido un comportamiento incorrecto, haga que pase unos minutos en un rincón o en cualquier otro sitio aburrido donde no pueda encontrar ninguna cosa divertida ni estimulante. Pero no imponga esta situación como algo negativo, sino como  una  oportunidad  para  calmarse.

Aplique  esta  técnica  después  de  una advertencia y sólo para detener conductas violentas. Si su hijo se niega a marcharse al lugar de aislamiento, aumente un minuto extra el castigo por cada minuto que se retrase en cumplirlo.  Y  adviértale  que  si  sale  del aislamiento antes de que se le permita hacerlo, el tiempo empezará a contar de nuevo.


Cómo lograr que su hijo obedezca

Una de las tareas más difíciles para los padres de un niño con TDAH  es  lograr  que  éste obedezca.  Para  ello,  es importante que los padres intenten no forzar  que  sus  hijos  sigan  sus instrucciones, sino lograr que para ellos sea algo fácil y que quieran hacerlo. Esto puede  lograrse  cumpliendo  con  las siguientes pautas:

Simplifique las reglas de la casa

Explíquele lo que significa cada una y anótelas en una lista. Anote también lo que ocurrirá cuando las reglas se cumplan y cuando se rompan.  Estos  límites  deberán  ser comprensibles  y  sobre  todo,  inflexibles.

Ayude al niño a hacer las cosas paso a paso

Para un niño con TDAH es muy difícil recordar varias indicaciones juntas o realizar grandes tareas. Por ello, pídale que haga las cosas paso a paso dándole las indicaciones de una en una, a medida que vaya finalizando cada actividad.

Asegúrese de que sus instrucciones son comprendidas

Haga que su hijo le preste atención y háblele mirándole a los ojos. Dígale con voz clara y calmada  que  es  lo  que  usted  desea,  en oraciones simples y cortas. Luego pídale que le repita en voz alta lo que tiene que hacer; sólo así se asegurará de que le ha escuchado mientras hablaba y que le ha entendido bien.


Utilice el sistema de puntos

Es un sistema de premios mediante el cual el niño gana puntos (o fichas) cuando se porta bien y las pierde cuando se porta mal. Por ejemplo,  él  puede  acumular  puntos  por ordenar su cuarto y perderlos por no hacer la tarea. Al final de la semana, puede recibir un premio en relación con la cantidad de puntos que haya acumulado.

Enséñele a ser organizado

Los  síntomas  de  los  niños  con TDAH  hacen  que  les  resulte extremadamente difícil realizar correctamente cualquier tipo de actividad. No suelen poner atención a los detalles, se les pierden las cosas y no  saben  organizar  las  tareas  por prioridades.

Esta conducta inatenta e inconstante puede mejorar con la ayuda de los padres, haciendo que el hogar esté lo más estructurado posible.

Para ello se pueden poner en práctica una serie de pautas que ayudarán a que su hijo se organice mejor.

Utilice listas y horarios

Siéntese con su hijo y prepare una lista de actividades que su hijo debe realizar ordenadas por horas. Pegue la lista en lugares visibles y asegúrese de que el niño vaya marcando cada tarea.

Rutinas

Procure mantener un horario estable, ya que los niños con TDAH funcionan mejor si tienen un programa y un horario a seguir. Esto incluye los fines de semana; planee las actividades con anticipación para que su hijo se mantenga entretenido.

Use alarmas

Los  niños  con  TDAH  a  menudo  no  saben administrar el tiempo que tienen para hacer las cosas. En este punto, las alarmas pueden ser de gran ayuda; coloque varias radios a lo largo de toda la casa, programándolas para  que  se  enciendan  a  una  hora determinada.

Facilítele los cambios y las transiciones.

Los  estudiantes  con  dificultades  en  sus habilidades sociales suelen tener problemas para cambiar de una actividad a otra, como por ejemplo, pasar de mirar la televisión a hacer la tarea de lengua. Usted puede ayudarle a que el cambio sea más suave, dándole al niño una señal algunos minutos antes de que la  actividad  termine.  Esto  le  dará  la oportunidad de irse haciendo a la idea de que pronto llegará la hora de realizar otra tarea.

Motivando su aprendizaje

Concéntrese en el esfuerzo, no en las calificaciones
Premie a su hijo cuando termine la tarea y concédale  premios  adicionales  cuando obtenga buenas calificaciones. Asegúrese de que su hijo sepa lo que se espera de él y alabe sus esfuerzos y logros.

Cree en su hijo un hábito de estudio

Establezca un plan diario de estudio, con un lugar y un horario determinado. El horario debe ser siempre el mismo y el lugar, un sitio tranquilo, alejado de ruidos que le distraigan.

Si  el  niño  no  tiene  tareas,  haga  que permanezca en ese sitio leyendo un libro o realizando alguna otra actividad tranquila. No le mande a jugar fuera o a ver la TV, ya que esto podría desequilibrar la rutina establecida.

El  contenido  del  plan  de  estudios  deberá contener un listado de las actividades que el niño realiza diariamente. 
A la hora de llevarlo a cabo, tenga en cuenta los siguientes puntos:

• Calcule el tiempo que su hijo necesita para realizarlas, de manera que se establezca un horario personalizado y realista.
• Dedique el comienzo del horario a las tareas difíciles.

  Modifique  el  horario  en  función  de  las necesidades del niño. Si usted ve que a su hijo  no  le  lleva  demasiado  tiempo  una actividad, reduzca el tiempo necesario para hacerla y cédalo a una actividad que le cueste más.

  Procure  que  las  horas  de  estudio  sean siempre las mismas y en el mismo lugar.


Hasta que el niño no termine sus deberes, no podrá dedicarse a otra tarea.


Fomente sus habilidades sociales

Observe a su hijo mientras juega con otros niños

Esto le ayudará a entender qué es lo que hace bien y cuáles son sus fallos a la hora de relacionarse socialmente.

Diseñe un sistema de señales para usar con su hijo en distintas situaciones sociales

Si  el  niño  se  pone  a  mover  los  pies nerviosamente durante una reunión familiar, acuerde con él una señal (tocarse la oreja) de manera que el niño entienda que debe dejar de hacerlo. Así, le ayudará a mejorar su desempeño social sin causarle vergüenza.

Trabaje en un comportamiento o habilidad social a la vez
 Enfoque la atención y el esfuerzo de su hijo en una sola habilidad por un período de tiempo.
 De  esta  forma,  todo  le  resultará  menos confuso y obtendrá una mejor respuesta a su intervención.

Involucre a su hijo en actividades de grupo, siempre considerando sus intereses y habilidades

Si teme que pueda ser rechazado por su reputación negativa, involúcrelo en actividades en otro barrio. Así él podrá comenzar de cero.

Practicar algún deporte o aprender a tocar un instrumento musical ayuda a controlar la impulsividad.







Algunos juegos que estimulan la atención:

  Juegos de memoria.

  Maratón o turista.

  Repetición de cuentos.

  Escribir en máquina o computadora.

  Juego de dominó.

  Juego de cartas.

  Encuentra las diferencias.

• Visitar museos.

  Rompecabezas.

• Juegos con claves.

• Crucigramas.

• Ajedrez o cualquier otro juego de estrategia.

• Copiar diseños