Es muy frecuente en la infancia,
ya que afecta el 3% y 6% de los niños. Se transmite en familias con un alto
componente genético y factores medioambientales. Se ha encontrado alteraciones
en la estructura, función y neurotransmisión cerebral en pacientes con TDAH. El
tratamiento se basa en un abordaje con medicación y psicosocial (apoyo escolar
y entrenamiento de padres sobre el TDAH y manejo conductual).
Las causas del TDAH son múltiples, ya que influyen diversos
factores, sin embargo actualmente se
cuenta con el conocimiento de algunos de ellos;
cabe resaltar que ningún factor por sí solo explica el origen del
trastorno.
Estos son algunos factores que
pueden influir:
Factores genéticos
• Se ha encontrado que un tercio
de personas con TDAH tienen un familiar con
el trastorno.
• Los hermanos de un niño con
TDAH tienen un riesgo dos veces mayor de
padecer el trastorno que la población general.
•
Un hermano puede manifestar predominantemente síntomas de hiperactividad, mientras que otro puede manifestar
sobretodo síntomas de déficit de
atención.
• Existe mayor presencia en hijos
de padres alcohólicos y con personalidad
antisocial.
Factores neuroquímicos
• Algunos estudios muestran que
ciertos neurotrasmisores (sustancias químicas
del cerebro que permiten la transmisión de la información de una neurona a otra) son deficientes. En
especial, han sido identificados dos neurotrasmisores:
dopamina y la norepinefrina.
Los neurotransmisores
relacionados con el TDAH son la dopamina, serotonina, y norepinefrina o
noradrenalina, los cuales participan llevando y trayendo información para las
adecuadas respuestas cognitivas y el control de impulsos de la persona.
Cuando existen niveles elevados
de Dopamina la persona puede estar concentrada y enfocarse para trabajar en una
tarea
Cuando existen niveles bajos de
Dopamina entonces hay distracción y dificulta completar una tarea, dificultad
para pensar anticipadamente, impulsividad cognitiva (muchas ideas de golpe en
la cabeza)
En el caso de la Serotonina, con
niveles elevados mantiene buen estado del ánimo, puede mantenerse enfocado en
una sola cosa, ayuda a conciliar el sueño
Cuando existen niveles bajos de
Serotonina: irritabilidad, agresión hacia sí mismo u otros, impulsividad
Factores neurofisiológicos
• Comunicación entre neuronas con funcionamiento
o desarrollo anormal, los cuales se
detectan a través de estudios de electroencefalografía y potenciales evocados (registro de respuesta a estímulos).
Factores psicosociales
• Las vivencias que producen estrés psíquico, la
pérdida del equilibrio familiar y otros factores inductores de ansiedad contribuyen
a la aparición o a la persistencia de
TDAH.
• Otros factores psicosociales
que pueden influir, son: Factores Familiares y
exigencias sociales.
• El nivel socioeconómico no parece ser un
factor influyente.
Afecta la capacidad de:
* Regular su nivel de actividad,
por lo que tienen hiperactividad.
* Inhibir o frenar sus ideas,
pensamientos o comportamientos, por lo que tienen impulsividad
* Prestar atención a las acciones
que realizan, por lo que sufren inatención.
* Tiene una gran dificultad para
prestar atención y concentrarse, se diatrae fácilmente y es muy impulsivo.
Sus sintomas empiezan antes de los 7 años de edad y
afecta al niño o adolescente al menos dos ambientes de su vida como en la casa,
colegio o con los amigos.
A largo plazo si no se trata correctamentem produce una
disminucion del rendimiento esclar, este dificulta su paso a cursos superiores,
sipasan de curso no dominan la materia anterior y el niño se hace cada vez mas
endeble, donde afecta el desarrollo social y emocional. Debido a problemas en
las relaciones con los compañeros por su impulsividad, los niños con TDAH
tienden a tener pocos amigos.
Los fracasos repetidos en el colegio, las discusiones
con amigos y padres surgen sintomas depresivos donde desarrollan
comportamientos negativistas, desafio de autoridad, problema de conductas
mayores e incluso, abuso de alcohol y drogas.
Existen 3 tipos de TDAH:
·
TDAH tipo hiperactivo-impulsivo (el niño solo
presenta hiperactividad e impulsividad), que es muy poco frecuente.
·
TDHA tipo inatento ( tiene inatención)
·
TDHA tipo combinado ( presenta tres síntomas;
hiperactividad, impulsividad e inatención)
El niño es inatento cuando, por ejemplo: Al preparse por la
mañana para el colegio, si mientras se viste ve un juguete que le atrae, se
queda medio vestido y jugando. Hay que decirle muchas veces que se vista,
quitarle el juguete, acabar de vestirle y llevarle a desayunar, para encontrarle
jugueteando con otra cosa y sin desayunar.
Los niños con impulsividad tienen dificultades para inhibir
o modular sus respuestas o reacciones inmediatas ante las situaciones. Por eso,
en clase responden sin pensar, a veces incluso antes de que el profesor haya
terminado de formular la pregunta sin pensar realmente lo que se está
preguntando. Hacen comentarios inapropiados sin pensar en la reacción de la
otra persona.
Su impulsividad hace que les resulte muy difícil esperar su
turno para hacer algo, por ejemplo en juegos y, por ellos, no son aceptados por
los compañeros.
Sufren más accidentes (como golpes, caídas, fracturas)
El adulto que continúa con TDAH continua con sensación interna
de inquietud, poca planificación y organización, poca memoria, malestar
emocional, frustración y mal carácter, con enfados frecuentes. Les resulta difícil
acabar las tareas de cada día. A nivel familias tienen más problemas (discusiones,
separaciones, divorcios, varios matrimonios), mayor índice de accidentes de tráfico
y comportamientos que rompen las reglas (multas por exceso de velocidad). Suele
haber problemas psiquiátricos asociados, como depresión.
Tienen frecuentemente problemas graves de conducta,
comportamientos antisociales (mentir, robar, faltar a clase, engañar a otros)
Abuso de alcohol y drogas.
Técnicas de modificación de
conducta
Un niño con TDAH puede ser un torbellino de
conducta desordenadas e inapropiadas y
a menudo, los
métodos que funcionan con
otros niños no tienen
resultado en él. Ante esta situación, la única manera de lograr que el niño se comporte
es poner en práctica una serie de técnicas para modificar su conducta.
Antes de
empezar, los padres
deben proponerse aplicarlas con constancia. Las técnicas de modificación de
conducta producen un efecto
rebote. Cuando se comienza a aplicarlas se aprecia una
mejoría que disminuye rápidamente; en ese momento los padres suelen abandonar
las técnicas pensando que no han dado resultado. Por lo tanto, hay que ser
pacientes y tener muy claro que todos los niños tienen altibajos.
Refuerzo positivo
Este tipo de técnicas requieren
que los padres presten atención a las conductas adecuadas que normalmente pasan
desapercibidas. Por ejemplo, felicite al
niño inmediatamente después de que haya hecho algo bueno, como hablar sin gritar
o pedirle el juguete a su hermana en lugar de quitárselo.
Hágalo a menudo, no responda
solamente ante sus malas conductas . De lo contrario, el niño se seguirá
portando mal, ya que percibirá que es la única forma de llamar la atención de
sus padres.
Las técnicas
de refuerzo positivo
están basadas en los siguientes puntos:
•
La alabanza y los premios , que deben incluir un
tono de voz agradable y una alabanza
sincera. A su vez, los halagos no deben
ser siempre iguales.
Si lo son, perderán su efecto reforzador.
• Procure prestar una atención positiva a su
hijo. Hágale sabe
que usted está interesado y comprometido en ayudarlo cuando
sea necesario, préstele atención, escúchele cuidadosa y atentamente.
• Mantenga contacto físico con
él: Siéntese cerca o póngale sobre sus rodillas, dele abrazos y besos o una
palmadita cariñosa, hágale cosquillas...
• Identifique cuáles son las
recompensas y privilegios apropiados
para el niño y no dude en otorgarlos inmediatamente después de observar una
conducta adecuada (nunca antes).
Debe intentar que
estas recompensas no sean siempre las mismas y pactar con él en qué
situaciones se le retirará (en este sentido, no amenace, actúe). Finalmente,
recuerde que este sistema funciona con lentitud, por lo
que debe ser perseverante.
Disminuir los comportamientos inadecuados
Con respecto a estas técnicas,
deben ponerse en práctica inmediatamente después de la conducta negativa que se
quiera corregir. Sin embargo, ninguna
debe prolongarse en exceso,
ya que generará
en el niño sentimientos de rencor y frustración.
•
No le preste atención. Cuando el niño se porte mal o
tenga conductas agresivas sobre sí mismo o sobre los demás,
retírele toda su atención. El niño soporta mal que le ignoren y
verá que su
conducta no funciona.
• Aislamiento
o técnica del
“tiempo fuera”. Inmediatamente después de que su hijo haya mantenido un
comportamiento incorrecto, haga que pase unos minutos en un rincón o en
cualquier otro sitio aburrido donde no pueda encontrar ninguna cosa divertida ni
estimulante. Pero no imponga esta situación como algo negativo, sino como una
oportunidad para calmarse.
Aplique esta
técnica después de una
advertencia y sólo para detener conductas violentas. Si su hijo se niega a
marcharse al lugar de aislamiento, aumente un minuto extra el castigo por cada
minuto que se retrase en cumplirlo. Y adviértale
que si sale
del aislamiento antes de que se le permita hacerlo, el tiempo empezará a
contar de nuevo.
Cómo lograr que su hijo obedezca
Una de las tareas más difíciles
para los padres de un niño con TDAH
es lograr que
éste obedezca. Para ello,
es importante que los padres intenten no forzar que
sus hijos sigan
sus instrucciones, sino lograr que para ellos sea algo fácil y que
quieran hacerlo. Esto puede lograrse
cumpliendo con las siguientes pautas:
Simplifique las reglas de la casa
Explíquele lo que significa cada
una y anótelas en una lista. Anote también lo que ocurrirá cuando las reglas se
cumplan y cuando se rompan. Estos límites
deberán ser comprensibles y
sobre todo, inflexibles.
Ayude al niño a hacer las cosas
paso a paso
Para un niño con TDAH es muy
difícil recordar varias indicaciones juntas o realizar grandes tareas. Por
ello, pídale que haga las cosas paso a paso dándole las indicaciones de una en
una, a medida que vaya finalizando cada actividad.
Asegúrese de que sus
instrucciones son comprendidas
Haga que su hijo le preste
atención y háblele mirándole a los ojos. Dígale con voz clara y calmada que es
lo que usted
desea, en oraciones simples y
cortas. Luego pídale que le repita en voz alta lo que tiene que hacer; sólo así
se asegurará de que le ha escuchado mientras hablaba y que le ha entendido
bien.
Utilice el sistema de puntos
Es un sistema de premios mediante
el cual el niño gana puntos (o fichas) cuando se porta bien y las pierde cuando
se porta mal. Por ejemplo, él puede
acumular puntos por ordenar su cuarto y perderlos por no
hacer la tarea. Al final de la semana, puede recibir un premio en relación con
la cantidad de puntos que haya acumulado.
Enséñele a ser organizado
Los síntomas
de los niños
con TDAH hacen que
les resulte extremadamente
difícil realizar correctamente cualquier tipo de actividad. No suelen poner atención
a los detalles, se les pierden las cosas y no
saben organizar las
tareas por prioridades.
Esta conducta inatenta e
inconstante puede mejorar con la ayuda de los padres, haciendo que el hogar
esté lo más estructurado posible.
Para ello se pueden poner en
práctica una serie de pautas que ayudarán a que su hijo se organice mejor.
Utilice listas y horarios
Siéntese con su hijo y prepare
una lista de actividades que su hijo debe realizar ordenadas por horas. Pegue
la lista en lugares visibles y asegúrese de que el niño vaya marcando cada
tarea.
Rutinas
Procure mantener un horario
estable, ya que los niños con TDAH funcionan mejor si tienen un programa y un
horario a seguir. Esto incluye los fines de semana; planee las actividades con
anticipación para que su hijo se mantenga entretenido.
Use alarmas
Los niños con TDAH
a menudo no
saben administrar el tiempo que tienen para hacer las cosas. En este
punto, las alarmas pueden ser de gran ayuda; coloque varias radios a lo largo
de toda la casa, programándolas para que se
enciendan a una
hora determinada.
Facilítele los cambios y las transiciones.
Los estudiantes
con dificultades en sus
habilidades sociales suelen tener problemas para cambiar de una actividad a
otra, como por ejemplo, pasar de mirar la televisión a hacer la tarea de
lengua. Usted puede ayudarle a que el cambio sea más suave, dándole al niño una
señal algunos minutos antes de que la actividad termine. Esto
le dará la oportunidad de irse haciendo a la idea de
que pronto llegará la hora de realizar otra tarea.
Motivando su aprendizaje
Concéntrese en el esfuerzo, no en
las calificaciones
Premie a su hijo cuando termine
la tarea y concédale premios adicionales
cuando obtenga buenas calificaciones. Asegúrese de que su hijo sepa lo
que se espera de él y alabe sus esfuerzos y logros.
Cree en su hijo un hábito de estudio
Establezca un plan diario de
estudio, con un lugar y un horario determinado. El horario debe ser siempre el
mismo y el lugar, un sitio tranquilo, alejado de ruidos que le distraigan.
Si el
niño no tiene
tareas, haga que permanezca en ese sitio leyendo un libro
o realizando alguna otra actividad tranquila. No le mande a jugar fuera o a ver
la TV, ya que esto podría desequilibrar la rutina establecida.
El contenido
del plan de
estudios deberá contener un listado
de las actividades que el niño realiza diariamente.
A la hora de llevarlo a
cabo, tenga en cuenta los siguientes puntos:
• Calcule el tiempo que su hijo
necesita para realizarlas, de manera que se establezca un horario personalizado
y realista.
• Dedique el comienzo del horario
a las tareas difíciles.
•
Modifique el horario
en función de las
necesidades del niño. Si usted ve que a su hijo
no le lleva
demasiado tiempo una actividad, reduzca el tiempo necesario
para hacerla y cédalo a una actividad que le cueste más.
•
Procure que las
horas de estudio
sean siempre las mismas y en el mismo lugar.
Hasta que el niño no termine sus deberes, no podrá dedicarse a otra tarea.
Fomente sus habilidades sociales
Observe a su hijo mientras juega
con otros niños
Esto le ayudará a entender qué es
lo que hace bien y cuáles son sus fallos a la hora de relacionarse socialmente.
Diseñe un sistema de señales para
usar con su hijo en distintas situaciones sociales
Si el
niño se pone
a mover los
pies nerviosamente durante una reunión familiar, acuerde con él una señal (tocarse la oreja) de manera que el niño entienda que debe dejar de hacerlo.
Así, le ayudará a mejorar su desempeño social sin causarle vergüenza.
Trabaje en un comportamiento o
habilidad social a la vez
Enfoque la atención y el esfuerzo
de su hijo en una sola habilidad por un período de tiempo.De esta forma, todo le resultará menos confuso y obtendrá una mejor respuesta a su intervención.
Involucre a su hijo en
actividades de grupo, siempre considerando sus intereses y habilidades
Si teme que pueda ser rechazado
por su reputación negativa, involúcrelo en actividades en otro barrio. Así él
podrá comenzar de cero.
Practicar algún deporte o
aprender a tocar un instrumento musical ayuda a controlar la impulsividad.
Algunos juegos que estimulan la
atención:
•
Juegos de memoria.
•
Maratón o turista.
•
Repetición de cuentos.
•
Escribir en máquina o computadora.
•
Juego de dominó.
•
Juego de cartas.
•
Encuentra las diferencias.
• Visitar museos.
•
Rompecabezas.
• Juegos con claves.
• Crucigramas.
• Ajedrez o cualquier otro juego
de estrategia.
• Copiar diseños